A la mitad horizontal del lienzo encontramos la frontera entre el día y la noche, una frontera sútil, los azules son apenas distintos.

En el día la luz del sol deslumbra y oculta todo matiz, oculta los mensajes del pasado que recibimos a través de las estrellas, oculta a La luna, el astro femenino, reguladora de todos los ritmos de la tierra, con quien las mujeres estamos en diálogo constante. 

La Bruja, con la mirada serena de quien se sabe en control de su poder y es capaz de utilizarlo para transformar, conjura a la oscuridad para crear la noche y poder así comulgar con la luna y acceder a su poder, conjura la noche para poder mirarlo todo más claramente.

El trabajo de Cristina Durán usa como medio la ilustración narrativa para explorar la interacción humana con el entorno; parte de los objetos cotidianos, de la naturaleza y del ambiente para, a través de metáforas visuales, representar la búsqueda interna, nuestra condición humana y el diálogo que existe con el otro. 

Cristina expresa en su arte recuerdos, melancolía y detalles de la vida común, llevándolos a diferentes formatos, soportes y técnicas: partiendo desde pequeños dibujos en una bitácora, pasando por grabados en linóleo y objetos utilitarios de cerámica, hasta llegar a la intervención mural en espacios públicos. 

instagram: @cristina.dluna